Me resulta altamente gratificante darles la
bienvenida a nuestra ciudad de Santa Fe y a estas XII Jornadas
Multidisciplinarias del Círculo Odontológico Santafesino.
Como dice el lema de las mismas, vamos camino
al Centenario de nuestra Institución, que se cumplirá en el 2016, siendo la más
antigua de las Instituciones Odontológicas del Interior del País.
En este largo caminar junto a la sociedad
argentina y santafesina en particular, hemos transcurrido por tiempos y
circunstancias de distinta índole; tiempos mejores, tiempos peores, como la
vida misma; pero siempre trabajando con una gran vocación de servicio por
lograr lo mejor para la profesión odontológica y por la salud bucal de toda la
población.
En este sentido, creo oportuno detenerme unos
minutos en reflejarles el estado de situación que, a nuestro humilde entender,
encuentra hoy la odontología en nuestro país.
Hace años la Organización Mundial
de la Salud y la Federación Dental
Internacional habían puesto como meta salud bucal para todos en el año 2000;
hoy no sólo no se han conseguido esas metas, sino que, más aún, parecen haberse
olvidado.
Casi la mitad de la población argentina no
tiene una atención igualitaria en salud bucal: no puede acceder a ella, con el
consiguiente deterioro de la salud general que esto trae aparejado.
No hemos tenido la capacidad de llegar
masivamente a la población con programas preventivos eficaces que eviten la
pérdida de piezas dentarias. Y creo que esto se ha debido, en gran medida, a la
falta de acciones coordinadas, elaboradas en conjunto y en forma estratégica
entre el sector público y el sector privado.
Y mucho menos hemos conseguido coordinar
acciones para rehabilitar a este sector de la población ?discapacitado?. Sí, colegas
la falta de piezas dentarias es una discapacidad y, como tal, debe ser
afrontada e incluida en la agenda política de los funcionarios de la salud,
para buscar en conjunto la forma de solucionarla; y no seguir dejando a la
población más carenciada en manos de algunos inescrupulosos mecánicos dentales
que atienden pacientes, sin estar preparados científicamente, ni habilitados
legalmente para hacerlo y, mucho menos, cumpliendo con las normas mínimas de
bioseguridad. Sin olvidar que las prótesis mal adaptadas que provocan lesiones
crónicas, son la causa número uno de cáncer bucal, según un estudio realizado
en población geriátrica portadora de prótesis completas.
Por otra parte, el recurso humano profesional
está sobresaturado y mal distribuido; y a esto debemos sumarle que, en los
últimos años, se ha duplicado en nuestro país la cantidad de Institutos y Facultades
de Odontología, sobretodo privadas. Y que, en muchas de éstas, se prioriza el
entrenamiento profesional para atender la enfermedad más que la educación para
la salud y la prevención.
Mientras la Organización Mundial
de la Salud
afirma que para España lo recomendable es 1 odontólogo cada 3500 habitantes, en
Argentina tenemos 1 odontólogo cada 720 habitantes, es decir, casi 5 veces más
que lo indicado.
Tampoco me quiero olvidar de esta gran cantidad
de jóvenes colegas que salen de las Facultades y, cuando no tienen la
posibilidad de instalar su consultorio, son presa fácil de empresas prepagas y
algunas obras sociales que los hacen trabajar por aranceles misérrimos; sin
respetar los aranceles, ni los tiempos operatorios que establece la estructura
de costos.
Y en esto también debemos trabajar en conjunto
el Ministerio de Educación, de Salud, las Universidades y las Instituciones
odontológicas nacionales como CORA y FACO y, de la misma forma, trasladar este
trabajo mancomunado a cada una de las provincias de nuestro País.
Estamos convencidos de que la sobre abundancia
y la mala distribución de los profesionales, la atención para la enfermedad, el
no respeto de las estructuras de costo, genera una ecuación altamente negativa
para la salud bucal de la población.
Nuestra Institución ha realizado varios
trabajos y estudios en los últimos años que avalan este análisis; hemos
intentado y seguiremos insistiendo en plantear estos temas en cada ocasión que podamos,
con el convencimiento que si trabajamos en forma conjunta los distintos actores
involucrados en este proceso podemos conseguir el objetivo de ?salud bucal para
todos?.
Apuntamos también a que nuestros prestadores
reciban la mejor formación dentro de nuestra Institución, con cursos y Jornadas
de un nivel de excelencia, como la que hoy estamos inaugurando. Queremos que dicha
formación se lleve a cabo en las mejores instalaciones, por eso se ha invertido
en la renovación total de los equipos odontológicos de una de las salas
clínicas y a la construcción de dos nuevos quirófanos totalmente equipados, que
estaremos inaugurando en el día de mañana.
En este sentido y para estimular y premiar a
los colegas que mejor se capacitan, hemos implementado la categorización
profesional, siendo la primer Institución Odontológica del país en ponerla en
vigencia.
Colegas, mucho se ha hecho en estos últimos
años, pero mucho más queda por hacer y dependerá, como siempre, de la
participación desinteresada y con sentido de pertenencia de nuestros socios.
Finalmente quiero agradecerles muy
especialmente a todos los miembros de la Comisión organizadora de estas Jornadas por la
dedicación puesta para que las mismas cuenten con la calidad de dictantes que
todos estamos disfrutando y la excelente organización de las mismas.
A todos muchas gracias. Od. Leonardo Carnielli, presidente del COS
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