Dirigentes del
Círculo Odontológico Santafesino en un análisis de la situación del profesional
de la salud pone en conocimiento de la sociedad lo siguiente:
La previsión: Desde
hace mucho tiempo vemos como un profesional de la salud termina su vida laboral
entre la desazón y la vergüenza. Es triste reconocer que la realidad del
profesional que se dedicó a cuidar a su semejante derive en un ?tema menor?: la
salud. Y lo sostenemos porque al finalizar su vida útil se ve compensado por un retiro jubilatorio de
$ 3.000 (tres mil pesos) para sostener sus necesidades. ¿Sorprendidos? ? Vale
aclarar que no es por la falta de aportes del profesional, sino sencillamente
porque no alcanzan los recursos para reconocer una jubilación digna.
Hace ya largos
años que el sistema de salud se ha socializado en un intento de universalizar
la atención que, aunque falta bastante, es un buen intento. Dentro de este
sistema muchos financiadores han y están explotando al prestador con aranceles
paupérrimos sin posibilidad de reclamo so pena de perder el trabajo.
Este mal trato y
aprovechamiento del trabajo profesional, sumado a la vergüenza de un retiro
indigno colabora para que quien debe dedicar sus esfuerzos a cuidar de su semejante
deba también pensar en la cuestión económica que exige la previsión, hecho que
debería ser totalmente ajeno a la prestación de salud.
Vemos con respeto
el avance en materia previsional de otras profesiones, donde el retiro es más
que razonable, pero también vemos con indignación y frustración el poco respeto
que existe hacia la tarea que desarrolla el profesional de la salud porque tal
vez sea considerado un ?tema menor?.
Pero no es lo
único que nos preocupa: La libre
elección, es otro problema.
Afecta tanto a los pacientes como a las profesiones de la salud en general. Es la
tendencia de algunas obras sociales o prepagas a generar, por cuestiones
políticas o vaya a saber por qué otras causas, servicios propios concentrados o
listados limitados de prestadores, haciendo que el paciente no pueda atenderse
con su profesional de confianza, desconociendo y aniquilando su derecho a la
libre elección e impidiendo a los profesionales acceder a la prestación de sus
servicios.
Estos servicios
concentrados, muchas veces con insuficiente capacidad de recursos materiales y
humanos, no sólo constituyen un lugar
propicio para la ocurrencia de casos de mala praxis, sino también involucran
mayores riesgos en la bioseguridad por la aglomeración de pacientes que demandan
atención, generalmente no satisfecha en tiempo y forma.
Con los informes
oportunamente publicados y enviados a todas las obras sociales y prepagas hemos
demostrado que estos sistemas cerrados no sólo son negativos para el paciente
sino más caros que los sistemas de libre elección. Entonces nos preguntamos y
solicitamos que la sociedad también se pregunte: ¿cuál es el motivo para que esto
suceda?
Vale entonces que
también nos preguntemos si este ?tema menor? que es la salud no requiere de la
preocupación de toda la sociedad y especialmente de sus representantes y
administradores.
Es necesario que,
con urgencia, las obras sociales, prepagas y otros financiadores tomen
conciencia de la real trascendencia de este ?tema menor?. Es imperioso que los
Legisladores, junto a los responsables de Salud, reglamenten estas cuestiones
en nuestra Provincia, resguardando a nuestros conciudadanos para
que estos ejerzan libremente su derecho a elegir dónde recibir atención, sin
que se desvirtúe la prestación, y para que los profesionales de la salud tengan
el respaldo y la tranquilidad de trabajar confiados en un futuro previsional
acorde, y no en el dolor de ya no ser?
Pero además
alertamos sobre ?El recurso humano en
salud?:
Todo país que
intenta y piensa seriamente en su desarrollo debe planificarse adecuadamente.
Dentro de este marco, el recurso humano es prioritario y debe ser motivado a
formarse en el desarrollo de nuestras potenciales riquezas o necesidades.
Lamentamos ver cómo
nuestras Universidades regionales, como rédito político o vaya a saber con qué
otro objetivo, crean nuevas escuelas y carreras, las que cuentan como méritos
por su sólo número y muy pocas veces, o casi nunca, por lograr la formación de
recursos humanos necesario para nuestra zona y para el país.
En el país en
general, y nuestra región en particular, hay sobreabundancia de profesionales
de la salud (ej. En odontología: mientras la Organización Mundial
de la Salud
establece una relación de 1 odontólogo cada 3500 habitantes, en Santa Fe y en
el País hay 1 odontólogo cada 700
habitantes, es decir, cinco veces más de lo indicado) y a pesar de ello, por
desinformación o por expectativas no acordes con la realidad, gran parte de
nuestra juventud se inclina hacia esas carreras.
No es nuestra
intención limitar ni impedir el deseo y la elección de quienes se proponen
estudiar estas profesiones pero sí consideramos que la Universidad debe
informar a los postulantes que sobran médicos y odontólogos, por seguir el
ejemplo, y, en cambio, faltan enfermeros o ingenieros o de las carreras cuya
demanda actual y proyectada al futuro las casas de estudios evalúen como no
satisfecha, porque creemos que ello es también responsabilidad de la Universidad,
compartida con los organismos gubernamentales de planificación.
Reclamamos una vez
más a que se informe temprana y adecuadamente a los futuros estudiantes,
quienes, con mucho esfuerzo físico, intelectual y económico, invierten parte de
sus mejores años en acceder a una profesión que constituirá su medio de vida,
para evitar el grosero índice de abandono y frustración que exhiben nuestras
Universidades, en especial, en el primer año de cursado.
Seguramente
algunos dirán o pensarán que estamos defendiendo al sector. Es cierto, y
legítimo, pero en la misma medida y con la misma convicción defendemos la salud
de nuestros ciudadanos aunque, tal vez éste, también sea un ?tema menor?.
Y lo seguiremos haciendo
desde nuestras entidades cuando, en realidad, quienes tienen la responsabilidad
primaria de velar por el ciudadano y el sector salud son los formadores de
recursos humanos, los administradores y los legisladores. |